Hoy recupero la letra de una de mis canciones favoritas para intentar expresar lo que supone para mí esta búsqueda de los antiguos misterios escondidos en el territorio que, entre otras muchas cosas, me llevó a iniciar y desarrollar este espacio de difusión de la cultura y la tradición vasco-pirenaica:
“Adoro nuestros rincones, cuando la niebla me los esconde. Cuando no me deja ver qué es lo que oculta, es entonces cuando comienzo a desvelar lo guardado: aquellos rincones que empiezan a surgir dentro de mi” (Traducción de “Gure basterrak” de Mikel Laboa)
La letra de esta canción muestra de una manera muy simple y, a la vez, muy profunda, el amor por la tierra, por esos espacios naturales que exploré de niña y que ahora descubro con otros ojos y una ilusión renovada que se reaviva con cada pequeña maravilla que atisbo, investigo, intento clarificar para dar sentido y trato de integrar como parte de mi sustrato cultural, mis creencias y prácticas. En la medida en que me obligo a hacer este ejercicio consciente de revisión, análisis, reinterpretación y metacognición, traduciendo en palabras las visiones, sensaciones, intuiciones, experiencias y certezas interiores que brotan de mi como una fuente, emanan parte de esos misterios, aunque a veces ese torrente encuentre algunos obstáculos para seguir su cauce y nutrir lo que hay a su paso.
El día 5 de enero, que para los italianos supone la última de las doce noches mágicas que van desde la Natividad a la Epifanía (momento en que la Befana visita a los niños al igual que Holda lo hace en los países germanos y escandinavos días antes) y en las que se regala una señal o pista para continuar con nuestra evolución durante los 12 meses siguientes, se cumplirán 4 meses de dedicación a este proyecto. Curiosamente, ese mismo día celebraré junto a mi esposo nuestro aniversario. El 2017 que está a punto de comenzar será el noveno año de tránsito por los senderos de la brujería vasca y se cumplirán 100 años del nacimiento de mi abuelo materno, que ha sido uno de mis guías en este camino.
No soy de esas personas que creen en las casualidades y procuro atender a este tipo de sincronicidades, más aún en este último día del año, que ya deja sentir los signos y los presagios que marcarán el próximo ciclo y de los que estaré especialmente pendiente durante los próximos doce días (Zotalegun).
Dado que es 31 de diciembre, corresponde hablar de la tradición del agua nueva (Ur berria), de la cual deriva la expresión euskérica moderna “Urte berri on!” (Feliz año nuevo). En los valles de Basaburúa, Imoz, Larráun, Baztán, Barranca, Burunda y Araquil existía la costumbre de que los mozos saliesen a recoger agua a ciertas fuentes cuando daban las doce campanadas, para distribuirla posteriormente por los hogares como primicia del nuevo año que comenzaba. Antes de hacer esta ofrenda a los vecinos, solían pararse a cantar “Ur goiena, ur barrena” a la puerta de las casas de las autoridades del pueblo (alcalde, alguacil, sacerdote…), éstas salían a recibirles y los mozos entregaban el agua, a veces a cambio de algo de comida o bebida. El último testimonio de este rito se registró en Urdiain en los años 70 y podéis consultarlo en la página de “Sorgin”:
https://www.facebook.com/sorginkeri/videos/1335171669878463/
En distintas culturas, aparte de la vasca, se conserva la creencia antigua de que sobre la bóveda de los cielos había un agua sagrada (agua de lo alto o “ur goiena”). Asimismo, se creía que bajo la corteza de la tierra existía un gran lago interior del cual procedían los manantiales y las aguas subterráneas (agua interior o “ur barrena”). Por eso en la canción popular se invocaba a estas dos fuentes de vida con el fin de renovar la energía del nuevo ciclo y luego se bebía el agua recogida en este momento, ya que su ingestión suponía una manera de recibir las bendiciones de la Madre Tierra: salud, protección, fertilidad y abundancia.
A continuación, se expone la canción en euskera con su correspondiente traducción, extraída del Cuaderno de Arruazu de Pedro Miguel Satrústegui:
Ur goiena, ur barrena
Urtberri egun ona Graziarequin Osasuna Paquearequin ontasuna Jaungo kuak dizuela Egin ona. Abade jauna beoren Eskubidiarekin Nai nuke kantatzen asi Nere lagunekin Egun onak ematera Bere familiari Nere deseioa da ta Lenikan beori. Alcate jaunaz egondu gera Atzoko arratsaldean Eskubidea gerekin degu Ibiltzeko paquean. Ur goien goien iturri Ura da txorrotik etorri Etxea onetako etxeko andreak Ama Birjiña dirudi. Etxekoandrea oso ona Zure gauza doi ona Egun onetan jantzikoituzu Zure zonian amar gona Txuri nabar azpiko Gorri ederra gañeko Zure parerik ez da Plaza bat onratutzeko Damatxo gazte componitua, Oiek kolore gorriak! Zure matellak iduritzen zai klaberinaren orriak. Klaberinaren orriyarekin Arrosa maiatzekua Ementxe gaude zure begira Damatxo biotzekua. Sentitzen zaitut sentitzen Sala berriyan altxatzen Zure oin txiki politen otsa Emenditxen dut aditzen. Zentitzen zaitut sentitzen Ari zerala jeikitzen Urdei azpia buruan eta Lukaia parea eskuen Limosna ere artu degu ta Orai abiatu gaitezen Adiosikan ez degu eta Agur ikusi artean Ortxen dago sagua Aren onduan katua Etxe onetako limosnarequin Ez degu beteko zakua Ur goien goien iturri Ura da txorrotik etorri Etxe onetako zaldun gazteak Amalau urre txintxarri. Amalau urre txintxarrirekin Zazpi damaren eguzi Oiek danak ala azanik Gaiago ditu meretxi. |
Agua de lo alto, agua profunda
Buen día del Año Nuevo, Salud y gracia, Hacienda y paz, Que Dios os conceda Un buen día Con permiso de usted, señor cura, quisiera empezar a cantar con mis amigos. Ya que es nuestro deseo Dar los buenos días Primero a usted Y luego a su familia. Estuvimos con el alcalde Ayer por la tarde, Contamos con el permiso De andar en armonía. Fuente de agua de lo alto, Agua que mana del caño, La dueña de esta casa Se parece a la Virgen. Muy buena dueña de la casa, Tu presente ha sido bueno: Hoy te pondrás encima Hasta diez enaguas Blanqui-parda por dentro Flamante roja encima No hay otra que te iguale Para honra de una plaza. Joven dama compuesta ¡qué colores tan rosados! Me parecen tus mejillas Hojas de amapola. Hojas de amapola Y rosa de mayo, Aquí nos tienes mirando, Damita del alma. Te estoy sintiendo Levantarte en la sala nueva El ruido de tus pies menudos Hasta aquí llega. Estoy apercibido De que te estás levantando Con el pernil sobre la cabeza Y un par de longanizas en la mano. Recibido ya el regalo, sigamos adelante. No es el nuestro un adiós, Hasta la vista, simplemente. Ahí está el ratón, Junto a él el gato, Con la limosna de esta casa Nos llenaremos el saco. La fuente de la cima alta Mana agua del caño, El joven caballero de esta casa, Catorce campanillas de oro. Con catorce campanillas de oro, El sol de siete damas, Siendo cierto todo ello, Todavía más me cuadra. |
En esta canción podemos apreciar la relación etimológica y simbólica entre Ur (agua), Urte (año) y Urtats (aguinaldo, que luego se convirtió en limosna). Urte representaría el ciclo del agua que se sucede durante cuatro estaciones, es decir, un año entero. En la copla también podemos apreciar que se intercambia el agua por un regalo o aguinaldo, que en este caso es un jamón y varias longanizas. A veces, se agradecía este obsequio cantando unos versos si alguno de los mozos tenía dotes de “bertsolari”.
Si queréis consultar la documentación completa relacionada con este canto ritual, sacado de un artículo de la revista nº7 de “Linguae Vasconum” (1971), podéis pinchar en el siguiente enlace: http://www.vianayborgia.es/FOLI-0007-0000-0035-0074.html
Os deseo que comencéis con buen pie el 2017 y que la niebla no impida que encontréis vuestro camino.
*La foto de portada es una vista de Orozko capturada por Txemi López y la última imagen se titula “The Valley awakens” y es obra de Ekaitz Abigano.